Obra: ÚLTIMA DIFERENCIA, concierto ‘nello stile antico’

 

Plantilla: fl, orq. de cuerda

 

Año de composición: 1999                 duración: 14’

 

Dedicatoria: a la memoria de Witold Lutoslawski

 

Encargado por:

 

Fecha, sala y

lugar de estreno: 26-I-2000. Auditorio Nacional de Música (Madrid)

 

Festival o ciclo: Ciclo de conciertos del Centro para la Difusión de la Música

                          Contemporánea (CDMC)

Intérpretes: Salvador Espasa, flauta; Camerata del Prado, dir: Tomás Garrido


comentario / notas:


Las obras se componen, surgen (o lo que se quiera) por las más inesperadas causas y seguramente una de las más frecuentes es por la relación entre compositor e intérprete (que junto al oyente forman la tríada necesaria para que exista la música).

Durante ocho años fui compañero instrumental, y amigo, de Salvador Espasa en el "Grupo Circulo" y de esa relación surge la flauta en mis obras: un solo muy importante en Arrebatos; el encargo de Cantos del Morrón de la noche para el trío "Arlequín", que junto a P. Riviere, viola, y Nicolás Daza, guitarra, tenía S. Espasa; posteriormente la Orquesta de Flautas de Madrid, que dirige el propio Espasa, me encarga otra obra, surge Diferencias sobre el canto XVI del Morrón de la noche para flauta solista y 12 flautas; en otra vuelta de tuerca y a raíz de una divertida conversación con el solista sobre las obras anteriores surge Salva las diferencias, para flauta sola, donde la diferencia es el solista, un amigo, Salvador, "Salva".

Y en otra vuelta de tuerca más (que espero no sea la última) nace esta obra, Última diferencia, como una reelaboración en forma de concierto de la obra Salva las diferencias que a su vez es una reelaboración para flauta sola de la parte solista de las Diferencias sobre el canto XVI...; es la manera de permitir a un intérprete que ha tenido que realizar un gran trabajo estudiando una parte solista de rentabilizarla al máximo.

La obra está dedicada a la memoria de Witold Lutoslawski, compositor fundamental en mi formación como compositor. Comencé a componerla a principios de 1999, cuando se cumplía el quinto aniversario de su fallecimiento, y ha sido terminada un año después.


Esta obra está dedicada a la memoria de W. Lutoslawski: puerto de la música al que me dirigí, cuando inicié hace años mi viaje compositivo, para no naufragar por el infinito mar de la música que siempre vuelve a comenzar (la mer, la mer toujours recommencée); puerto de la música (portus musice in quo nemo periclitabitur)  del que partí con los instrumentos precisos de navegación, para no perderme en la mar de músicas, en busca de dónde construir mi propio puerto.


Extractos de la partitura general: