Artículo publicado en la revista SCHERZO.

Nº 82, marzo de 1994, pág. 12

"Tombeau" de Lutoslawski

 

Habiendo enfermado en el camino

mis sueños

merodean por páramos yermos.                                                                                                                                                                                                                                                           M. Basho

 

 

            No quisiera hacer una nota necrológica-musical al uso, ni repetir una vez más todas las excelencias que siempre se dicen cuando se escribe sobre el Maestro polaco, ni aseverar si es o no el mejor compositor de la segunda mitad del siglo XX; no quisiera analizar sus estructuralmente ricas formas musicales, ni explicar su sorprendente evolución creativa, ni hablar de los colores de su paleta orquestal o su magistral oficio en la orquestación, cuestiones todas ellas que darán mucho de sí para los próximos años (siglo que viene incluido) como ha ocurrido con los grandes compositores de todas las épocas anteriores, ni reflejar su amor por la cultura francesa: Poesía (Michaux, Chabrun, Desnos), Música: Roussel (como se desconocen sus obras se recurre al tópico Debussy); no quisiera, en fin, contar en este momento todas estas cuestiones típicamente musicales o relacionadas con su obra que el lector hallará mejor explicadas, analizadas, desarrolladas, etc., en diccionarios como el Grove, el Espasa u otros; en varios libros monográficos dedicados a su persona; en sesudos y minuciosos análisis publicados en prestigiosas revistas alemanas especializadas; o sin ir más lejos en algunos números de esta revista Scherzo que tan generosa atención ha dedicado siempre al músico polaco desde el Nº 1 (el Nº 0 se vendía en la puerta del Real el mismo fin de semana que la ONE estrenaba en Madrid la 3ª Sinfonía).

            Me gustaría en este momento expresar otras cosas, algo tan primario como emociones y sentimientos (-"Te voy a dar una triste noticia"-, me llamó un amigo, -"ha muerto el Maestro"-. Y así fríamente, como un dardo que cruza en invierno de norte a sur, la noticia quiere clavarse en esa piel que has intentado hacer dura costra desde hace tiempo intuyendo el momento; al principio resistes,- "bueno, es normal, la edad, en fin"- pero la fuerza imparable que el dardo trae es superior a cualquier resistencia y al final desgarra tu piel); me gustaría  recurrir al lamento de la Poesía ("Umbrío por la pena casi bruno..."), y poder decir el tópico de que Lutoslawski no ha muerto, que vive en sus obras, en cada uno de los que amamos su Música, en todo lo que ésta generará en lo sucesivo, en fin, todas esas cosas que se dicen en estos momentos y que no por obvias dejan de ser verdad; me gustaría contar un recuerdo personal: "-Maestro quisiera estudiar composición con Vd.- -Lo siento mucho pero no doy clases, todo mi tiempo lo dedico a componer y dirigir  mi música.- -Maestro es que yo le plagio.- -Ja, ja, ja..., no se preocupe todos hemos hecho lo mismo. Mire joven, las pocas veces que yo he dado clases de composición lo primero que decía a los alumnos es que al comenzar a componer uno debe plagiar lo que ama y de esta manera hacerlo suyo. Solo así después se comienza a tener voz propia dentro de la evolución de la música. Pero esto no lo ha hecho vd solamente, lo hice yo, lo hizo Bartok, Brahms, Beethoven, Mozart, Bach..., quisiera saber quién no lo ha hecho.-" 

            Me hubiera gustado, finalmente,  en este momento solo escuchar la música callada; no puede ser, esta revista quiere rendir un último recuerdo. Y al dejar  la querida soledad sonora  de los momentos iniciales para pensar en todo esto, los recuerdos del Maestro surgen al paso, y a él le cedo la última palabra:

            "He tratado de expresarme en la manera de los modelos clásicos."

            "El elemento en el que pienso, para que el arte se manifieste como tal, es el ser humano, el artista y sus aptitudes personales."

            "La música también es la expresión del espíritu del que escucha."

            "Me importa la obra en si misma mucho más que las cuestiones de estilo, técnica, moda o estética."

            "La relatividad del tiempo musical siempre es diferente al tiempo real."

            "El serialismo es uno de los fenómenos más importantes de la historia de la música. Sin embargo es un método que conduce a efectos completamente extraños a mí. Tampoco me ha servido la técnica dodecafónica. "

            "Cuando compongo jamás pienso en la audiencia como tal. Aparentemente es un punto de vista egoísta, pero creo que siempre existirá alguien que comunique con mis propios sentimientos e ideas y a quien mi música pueda ser útil. Contrariamente, si pensara en gustos y necesidades del público, aparte de no ser sincero conmigo mismo, creo que ofrecería moneda falsa."

            "Al poco tiempo de terminar mi 1ª sinfonía fue prohibida, y ésta es una de las razones por las que todavía hoy dirijo una obra que, aún apreciándola mucho como fruto de juventud, no responde en absoluto a mi estilo actual. Ya al terminarla me di cuenta de que aquella linea no me llevaba a parte alguna."

            "La primera obra que cristalizó mi lenguaje, y en la que establecí un conjunto de reglas y procedimientos fue Juegos Venecianos. La aplicación de la técnica aleatoria me dio la sensación de librarme de ciertas inhibiciones que habían impedido un serio desarrollo de mi pensamiento musical."

            "La tendencia analítica, en origen muy válida, ha ido transformándose, ya casi desde el principio de siglo, en una verdadera furia destructora; la duda, la experimentación sistemática son necesarias, pero creo que duran ya demasiado tiempo y han llegado a una cierta degeneración."